viernes, 6 de junio de 2008

Desbrozado salvaje en La Navarra







Abanto-Zierbena

El Ayuntamiento vuelve a caer en el error de desbrozar una parcela en regeneración.

Tal y como hiciera el año pasado en El Cerro, operarios municipales desbrozan inútilmente la zona en regeneración de La Navarra, dañando a varios miles de árboles y arbustos de la aliseda y el robledal plantados años atrás y que se encontraban en excelente estado.

En 2005 y 2006 el Área de Medio Ambiente y Mujer del Ayuntamiento de Abanto y Ciérvana, encargó a una empresa especializada la Regeneración Ecológica del paraje conocido como La Navarra, situado en Las Calizas. El proyecto contó con sendas subvenciones del Gobierno Vasco.
Desde entonces la Asociación Ecologista Kima Berdea ha venido realizando labores complementarias a aquella intervención con la participación de su Red de Voluntariado Ambiental.

El proyecto tenía como objetivo final la recuperación del bosque autóctono: Aliseda en el río y Robledal en el resto de la parcela.
Para ello se plantaron especies típicas de ambos bosques, tales como alisos, sauces, boneteros y arraclanes en la ribera y robles, fresnos, espinos albares, cornejos y endrinos en la zona de robledal.
Todas las plantas procedían de semillas de la comarca, bien del Vivero Municipal de Planta Autóctona o bien de viveros con garantía de origen de la planta.
El estado de regeneración de la parcela era hasta abril de 2008 muy positivo, a pesar de que en la zona no se ha hecho nada por impedir la entrada de ganado ni el depósito de basura.
Sin embargo, en las últimas semanas el Ayuntamiento ha llevado a cabo un desbroce total de la parcela de La Navarra que ha dañado seriamente a la mayor parte de los árboles y arbustos en su día plantados, dificultando el proceso de restauración ambiental, y contraviniendo los objetivos trazados por aquel proyecto, que fueron los que en su día recibieron la subvención del Gobierno Vasco.
Se ha pasado la desbrozadora hasta levantar y erosionar el suelo, y lo que es aun peor, se ha dañado el tronco de la mayor parte de los pies arbóreos y arbustivos, lo que sin duda va a matar a muchos de ellos, y para el resto será una seria cortapisa a su crecimiento al favorecer la entrada de infecciones.

Además de una falta de cuidado en una práctica básica en jardinería, denota una falta total de conocimientos sobre los principios de la Regeneración de los Ecosistemas por parte del Equipo Técnico del Área de Medio Ambiente de la actual Corporación Municipal. Y ello responde a la total falta de interés por la mejora ambiental del Municipio por parte de los políticos responsables del Área de Medio Ambiente, que dedican a ajardinamiento inútil recursos que podrían dedicar a ganancias netas de biodiversidad y calidad de vida en Abanto-Zierbena.
Eliminar el estrato herbáceo es un trabajo baldío con el que lo único que se consigue es retroceder un escalón en el proceso de recuperación, rejuveneciendo el ecosistema.
En Bizkaia, cuando en un terreno deforestado cesan la actividad humana, como por ejemplo la ganadera, se produce un proceso espontáneo de recuperación que concluye con el asentamiento definitivo del bosque, pasando por etapas sucesivas de herbazal y matorral.
En una intervención de regeneración ecológica como la que en su día se realizó en La Navarra, el herbazal que brota de forma espontánea iría disminuyendo paulatinamente conforme avanzara el crecimiento de los árboles y arbustos. Además, ese herbazal cumpliría mientras tanto la importante función de proteger a los plantones de la insolación excesiva y de otras inclemencias atmosféricas.

En la concejalía de Medio Ambiente de la actual Corporación Municipal no se aprende de los errores que se cometieron en el pasado. En el año 2007 acometió un desbroce de este tipo en la ladera suroeste de El Cerro, donde se habían llevado a cabo plantaciones para la recuperación del Encinar Cantábrico con cientos de plantones de encina, coscoja, aladierno, laurel, madroño y aligustre. Mientras la plantación iba prosperando la Corporación se empeño en acabar con el matorral de hinojo que crecía en la zona, “por que afeaba”. Un año después los hinojos han vuelto a crecer con más fuerza debido a que la corta de los arbolillos plantados favoreció su proliferación. El esfuerzo fue inútil, costoso y con un resultado nefasto.
Un año más, las labores de desbrozado del Ayuntamiento en áreas en regeneración ecológica suponen una pérdida de biodiversidad, una cortapisa a la regeneración, y un derroche de presupuesto.
Habría bastado un desbroce selectivo de las zonas de zarzal además de la extracción de los residuos que la zona ha ido acumulando en estos años, siempre siguiendo criterios y prácticas de máximo respeto y cuidado hacia la vegetación autóctona en regeneración en la zona.

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